La Ética Profesional
es importante porque ayuda a los profesionales a reflexionar los dilemas éticos
específicos que le plantea su práctica y constituye además un aporte a toda persona
que descubra la necesidad de emprender este camino de progresiva humanización.
Todo trabajador tiene o debe desarrollar una ética profesional que
defina la lealtad que le debe a su trabajo,
profesión, empresa
y compañeros de labor. Villarini (1994) describe que "la ética de una
profesión es un conjunto de normas,
en términos de los cuales definimos como buenas o malas una práctica y
relaciones profesionales. El bien se refiere aquí a que la profesión constituye
una comunidad
dirigida al logro de una cierta finalidad: la prestación de un servicio".
Señala, además, que hay tres
tipos de condiciones o imperativos éticos profesionales: competencia
- exige que la persona tenga los conocimientos, destrezas y actitudes
para prestar un servicio al cliente
- la actividad profesional sólo es buena en el sentido moral si se pone al
servicio del cliente solidaridad
- las relaciones de respeto
y colaboración que se establecen entre sus miembros.
Para lograr en los empleados una conciencia ética profesional bien
desarrollada es que se establecen los cánones o códigos de ética. En éstos se
concentran los valores
organizacionales, base en que todo trabajador deberá orientar su comportamiento,
y se establecen normas o directrices para hacer cumplir los deberes de su
profesión.
En virtud de la finalidad propia de su profesión, el trabajador debe
cumplir con unos deberes, pero también es merecedor o acreedor de unos derechos. Es importante
saber distinguir hasta dónde él debe cumplir con un deber y a la misma vez
saber cuáles son sus derechos. En la medida que él cumpla con un deber, no debe
preocuparse por los conflictos
que pueda encarar al exigir sus derechos.
Lo importante es ser modelo
de lo que es ser profesional y moralmente ético. Por ejemplo, un deber del
profesional es tener solidaridad o compañerismo en la ayuda mutua para lograr
los objetivos
propios de su empresa y, por consiguiente, tener el derecho de rehusar una
tarea que sea de carácter
inmoral, no ético, sin ser víctima de represalia, aun cuando esto también sea
para lograr un objetivo
de la empresa.
Al actuar de esa manera demuestra su asertividad
en la toma de decisiones éticas, mientras cumple con sus deberes y hace valer
sus derechos. Además, demostrará su honestidad,
que es el primer paso de toda conducta
ética, ya que si no se es honesto, no se puede ser ético. Cuando se deja la
honestidad fuera de la ética, se falta al código de ética, lo cual induce al
profesional a exhibir conducta inmoral y antiética.
Hay tres factores generales que influyen en el individuo
al tomar decisiones éticas o antiéticas los cuales son:
•
Valores individuales - La actitud,
experiencias y conocimientos del individuo y de la cultura
en que se encuentra le ayudará a determinar qué es lo correcto o incorrecto de
una acción.
•
Comportamiento y valores de otros - Las influencias
buenas o malas de personas importantes en la vida del individuo, tales como los
padres, amigos, compañeros, maestros, supervisores, líderes políticos y
religiosos le dirigirán su comportamiento al tomar una decisión.
•
Código oficial de ética - Este código dirige el
comportamiento ético del empleado, mientras que sin él podría tomar decisiones
antiéticas.
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